La conciencia común de todos los seres

Podemos pensar que hay un plan maestro del universo que maneja los hilos de los destinos individuales y colectivos. Podemos pensar que cada evento es aleatorio y que estamos acá sin motivo.

Sea cual sea la visión, las dos me parecen increíbles. Hace varios años se creó en mi cabeza una idea sobre el funcionamiento del cosmos. Desde entonces se va ampliando y completando. Un día la tengo que escribir e ilustrar. Hace unos años bordé una parte.

Me inclino por la idea de que venimos de una fuente común, nosotros los humanos, todos los animales, las plantas, las rocas, los planetas y todo. Que hay vida en lo inanimado, y que la educación nos formatea y nos mata ese sentido de percepción.

Me inclino por la idea de que el código en nuestro ADN no es aleatorio. Que es simplemente el reflejo de algo mayor…una conciencia que evoluciona al igual que nosotros. Que cada uno de nosotros -de cada especie- le aporta a esa conciencia una visión nueva sobre su propia realidad.

En palabras de Carl Sagan (Te amo. Qué? Nada, sigamos): “Somos una forma en la que el cosmos se conoce a sí mismo”. Me inclino por la idea de que esa conciencia es como una mente que está aprendiendo, y no un Dios perfecto e impoluto que nos deja librados a nuestros propios errores y sufrimientos, guardando toda la verdad de forma mezquina, y esperando a que lleguemos a su lado para contarnos lo que hicimos mal.

Somos esa mente que está aprendiendo. Aunque si el tiempo es uno, esa mente ya lo sabe todo, pero pasó tanto tiempo que incluso ella necesita revivirlo para recordar.

Esta es mi representación de esa conciencia luminosa de la que todos somos parte, en acuarela y en cerámica (hecha en el taller de la genia @hola.pina). Sory la flashada. O “de nada”. No sé.
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Foto hermosa de @martina.victoria.z y camisa bella de @somosdacal ✨