Hola querida comunidad,
Un texto breve. Hace poco participé de una charla sobre infancias diversas junto a Pablo de Komware y mi socia de Estancia, Pau Alvarado, creadora de BAI.
Estuvo buenísimo y surgió un tema que me encantó, que podemos sintetizar algo así en “cuál es tu cruzada”.
Y en ese momento me pasó algo que creo que es muy común. Hay pensamientos que tenemos todo el tiempo, pero a veces alguna nueva vuelta sobre el mismo tema o un enfoque novedoso te hacen sentir como que tuviste una epifanía. Y cuando lo contás… suena un poco a lo mismo de siempre.
Eso es un buen signo! Hay algo que te llama la atención, y a lo largo de la vida personal y profesional, los vas elaborando y macerando poco a poco, y lo vas desmenuzando. Si algo te convoca y le das vueltas, no es una fijación… es un interés real y es algo en lo que seguro vas a aportar tu visión.
Mi cruzada tiene que ver con el sufrimiento del más vulnerable, el ego humano y con el comportamiento automático. Creo que eso es lo que más me convoca.
Me pregunto sobre la función del ego, la que excede el instinto de autopreservación, y en esta era de las redes sociales no dejo de maravillarme con todas sus manifestaciones.
Observo mi propio ego. Y observo cómo nos educan para alimentar el ego a costa de todas las demás especies. Nos enseñaron a habitar este planeta como que fuera infinito y como que tuviéramos derecho sobre los demás seres vivos y sintientes.
Por eso, todos mis esfuerzos están en revalorizar la vidas de las demás especies. No están acá para nosotros. Están acá con nosotros. Nuestro desarrollo intelectual no nos habilita a hacer con ellos lo que queramos.
Tenemos que aprender a vivir en armonía con toda la trama de lo vivo, de la que dependemos, de la que somos parte.
Y eso es lo que tratan de decir todos los productos que salen de Fauna Querida, como la manta “Armonía”.